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Estudioso del Tarot desde 1980, creó y desarrolló el TAROT TERAPÉUTICO en 1987 a partir de varias escuelas: Osho, Bioenergética, Fisher-Hoffman y de sus experiencias en diez años de viajes por Oriente, México, los Andes y Brasil.

Transformó el Tarot en un instrumento para sintonizar a la persona con su esencia e identificar, esclarecer y ayudar a desactivar patrones de conducta que dificultan la realización personal. Autor de “Curso de Tarot. Y su uso terapéutico” y "Tarot y Numerología. Desafíos y Lecciones de Vida" editados en México, Brasil y Portugal.

Fundó la Escuela Internacional de Tarot Terapéutico con alumnos en España, Portugal, México, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile y Brasil.

        UN TAROT PARA LA NUEVA ERA.

 Me gustaría empezar una serie de artículos comparando diferentes tarots para ver cuales se adecuan mejor a los nuevos tiempos.

 

Estamos entrando en un nuevo tiempo, la Nueva Era, la era de Acuario, era de Horus, son muchos los nombres. Según afirman los astrólogos se caracteriza por la manifestación práctica en todos los planos de las características del signo de Acuario: Innovación, originalidad, ruptura con las estructuras tradicionales y la búsqueda de caminos alternativos, desarrollo de la consciencia individual, la mente libre de tabús, nuevas tecnologías, etc. Acuario regido por Urano descubierto en 1781 unos años antes de la revolución francesa representa también los principios de la revolución: Libertad, Igualdad y Fraternidad.  Sin embargo si miramos como está la humanidad en esta segunda década del siglo XXI vamos a encontrar serios motivos para desconfiar que esta nueva era esté manifestándose realmente: concentración de la riqueza segundo el informe del Crédit Suisse (principal banco suizo) en 2016 denuncia que el 1% más rico posee más riqueza que el 99% restante. La revista Forbes divulga que 62 personas acumulan el 50% de la riqueza del planeta, mientras 700 millones de personas están por debajo de la línea de la pobreza y una de cada seis personas tiene hambre. Los paraísos fiscales esconden 7,6 billones de dólares de fortunas individuales, que generarían impuestos capaces de acabar con el hambre y la falta de escuelas en todo el planeta. La democracia, grande conquista de la humanidad, está vendida a los lobbies de las corporaciones multinacionales que impiden la adopción de medidas para proteger al ser humano, al planeta y sus recursos naturales especialmente el agua, la fauna y la flora, desapareciendo cada año cientos de especies. Aumenta la corrupción, nunca existieron tantos refugiados, etc.

 

También es cierto que la sociedad de inicios de siglo XX mudó drásticamente en los últimos cien años, especialmente en lo que se refiere al papel de la mujer que salió de milenios de dependencia y sumisión al hombre, de degradación a la categoría de hembra paridera, impedida de desarrollar cualquier talento y ejercer cualquier función más allá de la materna y de la empleada doméstica, para trabajar fuera de casa en fábricas, ministerios, o como profesoras y profesionales liberales, tornándose cada vez más independiente económicamente cosa que facilita que se torne dueña de su cuerpo y sexualidad (gracias también a los anticoncepcionales que la permiten embarazarse solo cuando ella quiere).

 

El despegue de este proceso sucedió durante la 1ª guerra mundial (1916 -1919). Mientras los ingleses morían en las trincheras, las inglesas tuvieron que mantener el país funcionando y se dieron cuenta que podían hacerlo igual o mejor que los hombres conquistando así el derecho a voto en 1918. En los EEUU en 1920, España y Portugal en 1931, Brasil en 1932, Francia en 1944. Cabe destacar Nueva Zelandia y Australia en 1893 y 94 respectivamente, Finlandia 1907 y Uruguay en 1917. Hay que decir también que una era astrológica tiene 2000 años de manera que si consideramos su inicio en la segunda década del siglo XX, intensificando-se en los años 60 con el movimiento hippie de paz y amor podemos afirmar que estamos apenas en los primeros 100 años de la Nueva Era, es decir, en apenas el 5% de la Era que se manifestará plenamente con un 30%, o sea, de aquí a unos 500 años.

 

Lo que es evidente es que el motor de la Nueva Era fue y continua siendo la mujer que al cambiar obliga al hombre a hacerlo también y además educa de una manera diferente a sus hijos. Si las ideas, el individuo, la sociedad y el mundo están cambiando las herramientas que pretenden entender y ayudar a la persona conocerse, crecer y ser feliz también han de cambiar, liberándose del viejo paradigma.

 

La astrología inició el salto dejando de ser fatalista y adivinatoria para enfocarse en el autoconocimiento.

 

El Tarot, si pretende adecuarse a los nuevos tiempos, candidateándose a ser un instrumento eficiente en el crecimiento del ser humano también necesita cambiar, pues algunas de sus imágenes y significados se corresponden con una visión de mundo obsoleta.

 

Sería entonces interesante analizar los Tarots más conocidos: Marsella, Waite, Thoth (A. Crowley/Frieda Harris) y otros para a partir del estudio de la imagen y su interpretación, ver si se corresponden con los nuevos tempos o continúan enganchados a moralismos e ideas insustentables de manera que difícilmente van a conseguir interpretar objetivamente la psique del ser humano actual y mucho menos proporcionarle ayuda para ser feliz.

 

En este proceso los cambios de paradigma más evidentes son:

 

1º.- Una nueva relación con el lado animal (cuerpo, emociones e instintos).

 

2º.- Donde era “Usted tiene que ser así o asado” ahora es “Sea usted mismo”.

 

3º.- Pasamos de la división (bueno y malo, Dios y diablo, cierto y errado, masculino y femenino) a la integración.

 

4º.- El ser humano está en manos de fuerzas superiores: la voluntad de Dios, el destino, la suerte, a las que tiene que someterse se torna todo ser humano tiene los potenciales para realizarse y ser feliz.

 

 

A partir de estos puntos iremos analizando algunos Arcanos Mayores en los próximos artículos.

Namasté.

PROXIMAS ACTIVIDADES

Los comentarios  y artículos de  los profesionales son única y exclusivamente personales y están bajo su responsabilidad

Veet Pramad (Enrique Amorós Azpetia)

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