Después de estudiar Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México, y de trabajar por varios años en el mundo editorial, mi vida se convirtió en una larga y extensa ruta por diversos caminos de autoconocimiento, a los que me llevó la casualidad o el destino hace más de treinta años en México, donde por "casualidad" descubrí la astrología, aproximándome al comienzo a través de libros, para después estudiar bajo la tutela de diversos maestros. Después llegó el tarot, kundalini yoga, numerología, geometría sagrada, etc... He colaborado en diversas publicaciones: Papeles "el Agua", El Maíz", "El Padre Kino" y "Sinaloa", de J.R. Fortson y Cía, Editores. Colaboradora a cargo de la Sección Astrológicas del Periódico El Nacional, México. He ejercido como Instructora de Kundalini Yoga por más de quince años, he sido creadora de la revista de desarrollo personal Circulo Ser, co-autora de la primera versión chilena del manual para el segundo nivel de instructores de Kundalini Yoga “Comunicación Consciente”, y consultora en Astrología, Numerología Tántrica y Tarot.
La sonda Cassini y un nuevo
enfoque de un viejo gigante.
La astrología es una ciencia muy antigua que para
poder desarrollarse tuvo que crear otras ciencias,
que en algún momento tomaron rumbos propios y
sin embargo nunca fueron expulsadas del nido en
el que se gestaron, manteniendo un cordón
umbilical firme por donde, hasta hoy, sigue fluyendo
información vital y revitalizante.
la astronomía es la hija más ilustre de la astrología, misma que es un venero inagotable de conocimientos para la astrología, sin embargo ninguna de las dos habría sido posible sin la arquitectura, que es básica para la observación y comprensión de los movimientos de los astros, y que a lo largo de la historia ha producido obras tremendamente ambiciosas, como Stonehenge en Inglaterra, la Ciudad Prohibida de la antigua China, Chichén Itzá en la península de Yucatán, y recientemente el observatorio Alma en el norte de Chile, diseñadas vinculando su estructura y emplazamiento con los ciclos celestes, y muchas veces con la finalidad de llevar un registro de su periodicidad.
En los últimos tiempos, gracias a los avances tecnológicos, la astronomía nos proporciona constantemente abundantes datos que no siempre son fáciles de procesar e incluir en la astrología, que hasta la fecha mayormente ha incorporado a su bagaje conceptual a los llamados planetas transaturnianos, algunos asteroides y centauros, que muchos astrólogos tienen en cuenta a la hora de levantar e interpretar una carta astral.
En 1979 fue descubierto Quirón (2060 Chiron, que muchos astrólogos aún creen que es un asteroide pero según estudios recientes se trataría de un centauro), y pronto fue incorporado a las filas de la astrología para ser calificado como el enlace entre los 7 planetas tradicionales y 3 los transaturnianos, también se incorporaron poco a poco varios asteroides como Ceres, Palas, Vesta, Juno, y posteriormente se integraron otros centauros: Eris, Pholos y Nesus. Aún cuando la astrología se toma su tiempo para aceptar nuevos elementos, su tendencia a hacerlo parece imparable, ante lo cual surge la pregunta acerca de hasta qué punto la información que nos proporciona la astronomía es factible de ser agregada a la astrología, si sumaremos algún día a los miles de elementos que constituyen el cinturón de Kuiper y los que permanentemente surgen de la nueva información que recibimos acerca del cosmos, como por ejemplo los hoyos negros y las demás galaxias.
En el sitio oficial de la Nasa podemos encontrar diariamente información fresca acerca de del universo que nos rodea. Por ejemplo, según los nuevos resultados de la nave espacial MAVEN Marte tiene átomos de metal (iones) eléctricamente cargados en su atmósfera, y un nuevo dato de la misión Cassini, junto con mediciones de las dos naves espaciales Voyager e IBEX de la NASA, sugieren que nuestro Sol y los planetas están rodeados por un gigantesco campo magnético con forma casi esférica (probablemente toroidal), lo que pone en duda la opinión alternativa de que los campos magnéticos solares se arrastran detrás del Sol en forma de una larga cola de cometa. Además hace unos días la misma sonda espacial Cassini cruzó los anillos de Saturno, se aproximó a varias de sus lunas y pronto enviará noticias a la Tierra, y quizá los descubrimientos de esta sonda en Saturno, el gigante de los anillos, el señor del tiempo, nos proporcionen datos que permitirán a los astrólogos reflexionar, por ejemplo, acerca de la importancia de los límites, ya que son las fronteras las que determinan la forma de las cosas, y es en parte el conocimiento de sus formas lo que nos permite comprender su función.
Partiendo del axioma de que “como es arriba así es abajo” la función de la astrología contemporánea es el autoconocimiento, por lo tanto la extensión ilimitada de los elementos que la integran, la elasticidad de sus límites que se ha producido gracias a la astronomía en los últimos tiempos, se reflejaría, por ejemplo, en el relativismo de la sociedad actual que al Papa Benedicto XVI tanto le atormentaba. En su calidad de líder espiritual del mundo católico y como experto en la Doctrina de la Fe, un mundo de límites y formas difusas no le parecía nada convincente y sobre todo nada conveniente. Quizá la razón de ese fenómeno que tanto le afligía no estaba en la tierra sino en el cielo visible contemporáneo, o en el conocimiento que tenemos actualmente de él, que siendo permanentemente escrutado por telescopios, sondas y satélites, nos devuelve una imagen cada vez más abundante, compleja, asombrosa y porqué no, extraña, del espacio exterior, que desde el punto de vista de la astrología impacta necesariamente la imagen que tenemos de nosotros mismos, que últimamente se ha vuelto asombrosa y diversa. Ya no nos conformamos sólo con dos géneros de humanos, y las exigencias de trato igualitario están modificando el lenguaje, por mencionar sólo algunos de los temas que están en la agenda del mundo de hoy.
Un dato curioso, y a la vez inquietante, es que existe una nebulosa llamada L G34.3, en la constelación de Aquila, que está llena de alcohol etílico en cantidades que resultan difíciles de imaginar, ya que contiene nada menos que el suficiente como para suministrar 140.000 litros de cerveza al día a cada habitante de la Tierra durante los próximos mil millones de años. Esta primera nube de alcohol fue descubierta en 1975, pero hoy día se conoce una innumerable cantidad de nubes semejante. Con datos como este podemos comprender el porqué Prometeo fue severamente castigado por robar el fuego de los dioses, el peligro de ignición universal era demasiado grande, y lo sigue siendo.
Sin embargo nada sacamos con preguntarnos si adquirir conocimiento es o no procedente, ya que para nosotros el derecho a la información es incuestionable, y nadie va a detener el avance supersónico de una ciencia que cada vez atrae más interés y presupuesto para la investigación científica como ocurre con la astronomía, la astrofísica y la carrera aeroespacial que, dicho sea de paso, es una industria de punta cuyos subproductos tecnológicos nos permiten difundir lo que hacemos o pensamos casi en tiempo real, gracias a las emisiones de microondas que conectan a los dispositivos móviles, y que en un principio se usaron para traer información de cohetes, satélites y otros elementos del espacio a la Tierra. Tampoco parece factible declarar que la astrología debe permanecer fiel a su modelo original y volver a los esquemas tradicionales, porque el “daño” ya está hecho y porque sería como pretender vivir sin computadoras o no volver a viajar en avión. Lo que si podemos hacer es dar un salto de consciencia y avanzar hacia un nuevo nivel, en el que el axioma “como es arriba así es abajo” pueda vivirse de otra manera o superarse.
Si bien es cierto que “como es arriba así es abajo”, también lo es que “como es adentro así es afuera”, es decir que nuestra percepción de la realidad es prevalente sobre la realidad misma, de la cual, según la misma astrofísica, siempre tenemos un concepto sesgado por la velocidad a la que viajan el sonido y la luz, que llegan a nuestros sentidos siempre con retraso. Este conocimiento, que forma parte de los nuevos paradigmas de occidente pero que en las tradiciones orientales era algo sabido desde tiempos inmemoriales, nos dice que al influir en nuestra percepción del “afuera” cambiará nuestra actitud hacia él y por ende nuestro destino.
El maestro Yogui Bhajan advirtió, a fines del siglo pasado, que la cantidad de experiencias e información que recibiríamos en la nueva era sería de tal magnitud que tendría efectos letales en nuestras vidas, especialmente en nuestro sistema nervioso, la consideraba la era del estrés y recomendaba desarrollar la sensitividad por medio del yoga y la meditación diaria para protegernos, ya que como yogui experimentado, sabía que el espacio creativo interior es el lugar en donde podemos afectar nuestra percepción, y por lo tanto, el indicado para adquirir valiosas herramientas de sobrevivencia sin importar dónde, cuándo y cómo estemos, porque no falla.
Vivimos flotando en el océano cósmico pero también vivimos dentro de los límites del espacio-tiempo, y es Saturno, exigente y severo, quien puede convertirse en nuestro mejor aliado para mantenernos sanos y felices aún en medio del tsunami de información oral, visual, sensorial y escrita que recibimos diariamente, incluso si esa información se refiere a estrellas lejanas y desaparecidas hace eones, pero cuya luz fosilizada aún vagabundea espléndida por el universo para nuestro asombro. Disciplina, disciplina y más disciplina espiritual, y estaremos conspirando para dirigirnos hacia nuestro mejor destino posible.
La sonda Cassini hace poco confirmó que el sexto planeta muestra en su polo norte un hexágono del que envió fotografías muy nítidas, y los científicos han llegado a la conclusión que esa estructura hexagonal está formada por una combinación de viento y agua, dos elementos tan difíciles de controlar que parecería imposible darles forma, pero nada que el paciente Saturno no pueda construir con tiempo y esfuerzo.
Estamos sólo al principio de un nuevo enfoque científico de un viejo gigante que apenas comienza a dar sorpresas, mismas que impactarán, para bien o para mal, a la astrología. De momento todo parece indicar que el romance entre la mitología y la ciencia también es imparable.
Gracias.
Cecilia Vadell, Sarabjit.
http://sarabjitcl.wixsite.com/estudioastroyoga/clases-y-talleres
ESTUDIOS REALIZADOS :
1979-82: Ciencias políticas y sociales, UNAM. México.
1983: Astrología. Profesor Taylo Bárcenas, México
1989-91: Astrología. Profesor Javier Betancourt, México
1989 : Psicodanza, Fundación Río Abierto, México
1990 : Sanación por medio de la Energía Humana Universal. México
1990 : Sanación Yóguica Sat Nam Rasayan con Guru Dev Singh, México
1990-91: Kundalini Yoga. Profesor Federico Gaxiola. México
1997 : Istructora de Kundalini Yoga. Profesora Hair Nam Kaur. KRI. Chile
1997 : Lectura de Rostro. Profesora Hari Nam Kaur
1997 : Retiro Para Mujeres. Profesora Hari Nam Kaur
1998 : Nutrición Yóguica. Porfesora Hari Nam Kaur.
1999 : Numerología Tántrica Niveles 1 y 2. Porfesora Hari Nam kaur
1999-2001 : Mentoring. Programa de capacitación para la formación de instructores de KY. KRI. Profesora Hari Nam Kaur
2000: Taller de la Práctica de Yoga y Lesiones en la Columna. Profesora Paola Valenzuela.
2004 : Reiki Tibetano.
2006 : Astrología Niveles 1 y 2. Casa Quirón. Porfesor Anibal Bascuñán
2007 : Tarot y Astrología nivel 3. Casa Quirón. Porfesor Anibal Bascuñán.
2008 Tarot de Rider. Profesora Antinette Panton.
2009 : Psocogeometría nivel 1. Arturo Ponce y Ninón Fregoso.
2010 : Reiki Karuna nivel 1. Profesor Nar Sham
2013 : Tradición Yoruba, los fundamentos de la espiritualidad africana. Profesor Roberto Diaz.
2015 : Tarot Madrepaz, Profesora Antoinette Panton
2016 : Terapia con sonidos de cuencos tibetanos y con cristales.
CECILIA VADELL ,SARABJIT KAUR.