Periodista, Escritora y Egiptologa.
Licenciada en Comunicación social. Especializada en: Periodismo Educativo y Científico por la O.E.A; Lenguaje Periodístico por la Univ. Católica Argentina; Dirección de M.C.S. por la Presidencia de la Nación Argentina. Dilatada experiencia en televisión, radio y prensa escrita en Argentina y España. Actualmente trabajo como escritora. Resido en las Islas canarias.
SILVIA MUNAFÓ TORRES.
EL KIBALION.
III - PRINCIPIO DE VIBRACIÓN.
“Nada esta inmóvil todo se mueve ; todo vibra”
Si la existencia es al completa energía en distintos grados de condensación, los núcleos de las células y el átomo también son energía en movimiento, es que todo vibra.
Este principio nos dice que todo está en tendencia, nada esta estático.
Este axioma dice que las diferencias entre las infinitas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aún del mismo espíritu, son todas resultantes de los distintos estados vibratorios.Incluso aquello a lo que se denomina, materia oscura es energía y oscila, el vacío también es brío y tiembla.
Todo desde la forma más diminuta hasta la más grande, desde la más grosera a la más sutil, todo palpita, cuando más alta es la longitud de onda de esta vibración, es más sutil, es elevada.
La sacudida del espíritu es de una intensidad tan infinita que es imperceptible y parecería estar en reposo. Si vez girar algo a una gran velocidad parece que está en reposo.
Entre el extremo sin movimiento y el de más alta vibración hay millones de millones de grados de intensidad oscilante.
En ambos casos si pudiesen ser observados veríamos que tanto lo grosero como lo sutil parecen están inmóviles.
Todo es vibración desde el electrón, el neutrón, el núcleo celular, las moléculas, las estrellas, los planetas y los universos todo está en agitación. Todo palpita como lo hace en todos sus planos la enrgia.De la misma manera todo late en el plano mental y espiritual.
Las aparentes diferencias en la infinitud de elementos de la existencia dependen de su estado de vibración.
Tú vives porque tu corazón late, y eso también es vibración.
Debes entender y hacerte uno con este principio porque tus sacudidas mentales, son el imán que atrae lo denso o lo sutil a tu existencia, tu oscilas y tu vecino también.
Un auténtico maestro controla todos los fenómenos naturales con su meneo, cuanto más enaltecido sea, cuanto mayor sea la frecuencia, más poder para ordenar, decretar y precipitar a tu mundo aquello que anhelas.
“El que comprenda el principio vibratorio ha alcanzado el cetro del poder”.
Pero no te confundas, si tu temblor es de densidad y busca el poder con fines oscuros, no lo conseguirás, porque la densidad ralentiza tu meneo.
Tu estremecimiento atrae a tu vida lo de su misma naturaleza.
Vibras con tus pensamientos, sentimientos, palabra y actos.
Nada se esconde a esta ley, nada ni nadie la puede engañar, si lograste después de mucho trabajo y esfuerzo oscilar en lo más alto del diapasón y utilizas esta sabiduría para dañar a cualquier expresión de la existencia: humano, animal, vegetal, mineral o cosa, sabe que pierdes en un segundo lo que tardaste años en lograr.
Cuando trepidas en un estadio elevado, en ese punto donde la vibración es tal que parece que todo está estático, es cuando consigues la paz profunda y desde esa quietud puedes comunicarte con tu maestro interior, viajar a otras dimensiones, percibir el mañana y ver la verdad con claridad.
¡Vibra hermano vibra y que la paz profunda sea contigo!
SILVIA MUNAFÓ TORRES.
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